Transformamos tu vehículo con nuestra instalación experta de polarizados. Desde la consulta inicial hasta el acabado final, cada paso se realiza con precisión para garantizar resultados duraderos y estéticamente impecables.
Evaluar la abolladura para determinar su tamaño, ubicación y accesibilidad.
Limpiar la superficie alrededor de la abolladura para eliminar suciedad y residuos que puedan interferir con el proceso de reparación.
Utilizar herramientas especiales para ganar acceso detrás de la abolladura, permitiendo un trabajo preciso desde el interior.
Aplicar masilla de relleno para nivelar la superficie si la abolladura es profunda o tiene grietas en la pintura.
Utilizar herramientas de sacabollos para aplicar presión desde el interior hacia fuera, gradualmente, para revertir la abolladura sin dañar la pintura.
Pulir la superficie para eliminar cualquier marca residual y restaurar el acabado original de la pintura.
Revisar minuciosamente la reparación para asegurar que la abolladura se haya corregido completamente y que no haya imperfecciones visibles.
Aplicar un sellador o cera para proteger la pintura recién restaurada y garantizar su durabilidad.
La reparación con sacabollos conserva la pintura original del vehículo, evitando la necesidad de repintado y manteniendo su valor de reventa.
Es un proceso más rápido y económico en comparación con los métodos tradicionales de reparación de abolladuras que requieren repintado completo.
Proporciona un acabado sin imperfecciones visibles, restaurando la apariencia estética del vehículo y mejorando su aspecto general.
Al no requerir el uso de pinturas ni productos químicos agresivos, es una opción respetuosa con el medio ambiente y no invasiva para reparar abolladuras.
Adicionalmente, al preservar la pintura original y evitar el repintado, se conserva la estructura y el valor del automóvil, promoviendo prácticas sostenibles en el mantenimiento y reparación de vehículos.
No esperes más y reserva tu servicio de PPF Detailing con nosotros.
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